El sociólogo italiano Pierpaolo Donati, profesor en la Universidad de Bolonia y ex presidente de la Asociación Italiana de Sociología, lleva años dedicado a estudiar la familia “desde dentro”. Con este enfoque, consigue diferenciarse de quienes se limitan a interpretar el fenómeno familiar como una realidad influenciada por cambios externos. Es interesante investigar las funciones que adquiere o pierde la familia según el contexto en que vive, pero antes hay que tener claro qué es y qué significa hacer familia.
Donati entiende la familia como una relación social cuya identidad se basa en cuatro dimensiones conectadas entre sí: la donación, la reciprocidad, la sexualidad y el deseo de transmitir la vida. A esta estructura relacional, que confiere a la familia una identidad social propia, Donati la llama “el genoma de la familia”.
La estructura pareja estable de hombre-mujer y abierta a la vida pertenece al genoma familiar. Si este genoma es alterado hasta el punto de perder su dotación natural, dice Donati, se generan otras formas sociales que ya no son familia. La cuestión es importante porque es la familia con su genoma propio, y no cualquier forma de convivencia, lo que humaniza y hace felices a las personas y a la sociedad.
El enfoque relacional propuesto por Donati permite comprender que “la familia lleva dentro de sí un paradigma ético básico para la sociedad”. Por eso añade que la familia es “el genoma de la sociedad”: porque aporta una dinámica propia de donación y pertenencia recíproca entre los sexos y las generaciones, que no pueden proporcionar ni en el Estado ni el mercado.
Para explicar todo esto, Donati recurre a un lenguaje y un sistema de conceptos propios. Esto indica hasta qué punto está decidido a hacer una aportación original a la sociología de la familia. El inconveniente es que dificulta la comprensión del texto para los no iniciados. El lector no encontrará en este libro una apología fácil de la familia basada en argumentos filosóficos ni morales.