José María Aresté, además de dirigir un portal de cine, lleva muchos años escribiendo críticas sobre películas en Aceprensa y es el autor de libros como Escritores de cine, En busca de William Wyler o Caballero Christopher Nolan.
En La guerra del streaming. El ascenso de Netflix, Aresté hace una profunda disección sobre las razones del éxito de una empresa que empezó repartiendo películas en sobres de correo y hoy es una de las más importantes productoras de cine, además de una plataforma audiovisual con 195 millones de suscriptores de pago y presencia en más de 190 países.
Con un estilo ágil, pero al mismo tiempo muy documentado, el autor se detiene en los inicios de la compañía cuando dos ingenieros de programación, Marc Randolph y Reed Hastings, decidieron crear una empresa de comercio electrónico que sirviera películas a domicilio. Si algo queda claro después de leer el libro, es que el gran mérito de los fundadores de Netflix es no haber tenido miedo al cambio, afrontar que este cambio siempre conlleva un riesgo e ir siempre unos pasos por delante de la competencia pensando en lo que podría necesitar el cliente.
Esta filosofía se extiende a la cultura corporativa de Netflix, a la que Aresté dedica un jugoso capítulo que resultará muy útil a cualquier interesado en el mundo de la empresa. El autor deja muy claro que Netflix no es una organización perfecta, ni muchísimo menos… pero, con sus fallos, es difícil pensar que en el futuro puedan funcionar empresas que no cuenten entre sus principios con la trasparencia, la motivación del empleado, la flexibilidad laboral y el reconocimiento de la audacia y la valentía. Dicho con otras palabras, una cultura alejada del escalafón, el rigorismo o la inercia.
Aunque José María Aresté se centra, lógicamente, en la evolución de Netflix, el libro dibuja también el paisaje general del auge del streaming y del papel que otros agentes, ya sean plataformas o productoras y ya se llamen Disney, Amazon o Google, pueden tener en estos tiempos donde el consumo audiovisual a la carta es un rasgo identitario de cualquier sociedad desarrollada.
El libro además plantea algunos interrogantes, entre otros, si hay suficiente “tarta” para todos, si Netflix va a ser capaz de seguir escalando su negocio al ritmo al que lo ha hecho hasta ahora o si el golpe que ha supuesto la pandemia a los grandes estudios –que han tenido que congelar rodajes o retrasar sine die sus grandes estrenos– terminará por transformar de arriba abajo la industria del cine.
En definitiva, un necesario y condensado resumen con mucha sustancia y poca paja, sumamente útil para quien quiera enterarse de qué va la fiesta del cine en estas primeras décadas del siglo XXI.