La transparencia es una virtud: permite admirar la belleza auténtica del interior. Pero no se agotan aquí sus bondades: descubre las manchas –a veces vergonzantes– para poder limpiarlas, purificarlas, y reconocer los errores para evitarlos en un futuro. En este contexto, La Iglesia, casa de cristal es una interesante y valiosa propuesta para afrontar las crisis de crecimiento inevitables que surgen en la búsqueda de una virtud que, como ya anticipara san Juan Pablo II, está volviendo a la Iglesia más creíble.
El autor, Yago de la Cierva, combina en esta obra su dominio teórico de una materia de creciente pujanza (la comunicación institucional) con una notable experiencia en el campo de la información de la Iglesia (primer redactor jefe del Vatican Information Service y fundador de la agencia de noticias televisivas Rome Reports). Desde esa privilegiada perspectiva, observa las controversias mediáticas más notables que ha afrontado la Iglesia en los últimos tiempos, a la luz de las ideas aportadas por la literatura académica más consolidada en esta disciplina, cuya referencia bibliográfica adelanta –elocuente anomalía– a las primeras páginas del libro.
En una primera parte, el texto dibuja el particular contexto cultural en el que se desenvuelven las instituciones en general y la Iglesia en particular. Vivimos en una sociedad –dice– más crítica quizá que las precedentes, en la que se multiplican los “vigilantes sociales” (omnímodos medios de comunicación, nativos digitales pululando por las redes sociales) y en las que las disposiciones normativas prescriben una incisiva rendición de cuentas. Y así se multiplican las crisis –se desvelan más las fallas– y crecen los esfuerzos de las instituciones por reaccionar ante ellas y ganar credibilidad en El Mundo de lo imperfecto. Como cada vez es más difícil barrer la porquería bajo la alfombra –también ahora son de cristal–, compensa sacar experiencia y hacerse mejores.
En los capítulos sucesivos, el libro tiene un enfoque eminentemente práctico y, entre otras cosas describe valiosos modelos de actuación para la gestión comunicativa de las crisis, acudiendo a ilustrativos ejemplos ocurridos recientemente en el seno de la Iglesia. La comunicación interna y externa, su planificación, la prevención de riesgos y la anticipación y gestión de controversias predecibles en ámbitos como la sexualidad o el dinero, pueden convertirse –como se muestra en el libro– en ocasiones de crecimiento. Transparencia, casa de cristal: y hacer de la necesidad, virtud.