En una localidad cercana a Viena donde se halla destinado, el teniente Anton Hofmiller establece relación con Lajos Kakesfalva, el hombre más adinerado del lugar. Kakesfalva tiene una hija, Edith, víctima de una extraña dolencia que la ha dejado inválida. Es atendida por el solícito doctor Condor, uno de los personajes mejor elaborados de una novela eminentemente psicológica. El teniente acude todas las tardes a visitar a Edith. Estas visitas cambian el carácter de Toni, pues gracias a Edith descubre los beneficios de la compasión, que le hacen ver de otra manera el mundo y el trato con los demás.
Pero Toni descubre demasiado tarde que Edith ha transformado su perseverante compasión en una intensa historia de amor de la que él no sabe cómo salir. Con estos profundos sentimientos, Zweig construye una sólida historia que es también una aguda reflexión sobre cómo se enfrenta el hombre al dolor ajeno y cuáles son los límites de la compasión y la piedad. La novela, publicada antes en España con otro título, La piedad peligrosa, describe dos actitudes antitéticas: la del doctor Condor, que sabe por experiencia propia lo que es la auténtica compasión; y la de Toni, que transforma sus nobles sentimientos en una patética y cobarde máscara de la piedad.