Alfaguara. Madrid (2003). 275 págs. 14,95 €.
Rosa Montero repasa en este libro su vida como novelista, desmenuzando detalles y observaciones que ayudan a entender su concepto de la literatura y el proceso de elaboración de sus novelas. Recurre frecuentemente a sugerentes citas y a anécdotas de escritores, que adquieren un especial significado, y también dramatismo, a la hora de reflejar la radicalidad de la vocación literaria. Hay, también, momentos débiles: proliferan las afirmaciones obvias y un tanto simplistas y las descalificaciones inoportunas.
Rosa Montero no se entretiene en confusas disquisiciones teóricas sobre el arte de narrar; habla con naturalidad de su propia vida y de aquellos aspectos biográficos que más le han influenciado para dedicarse de lleno a la literatura (otra cosa es que la autora despierte suficiente interés como para sentir curiosidad por estas cosas). Aborda, a la vez, cuestiones elementales y otras muy de fondo, y también algunas vinculadas a la percepción que tiene la crítica de su trayectoria. Cuando se entretiene en la descripción de experiencias íntimas (Rosa Montero fue famosa por su defensa de la libertad sexual y por sus ideas feministas, amortiguadas con el paso del tiempo en su literatura) o cuando intenta hacer sociología de la literatura, decae el interés del libro.
Adolfo Torrecilla