En los últimos años, el interés por la literatura relacionada con el medio ambiente ha ido creciendo y han surgido editoriales y colecciones específicas sobre la materia. La montaña viva se puede considerar ya una obra clásica de la literatura inglesa. La autora nació en 1893 en Peterculter, al norte de Escocia, estudió en la Universidad de Aberdeen y vivió durante buena parte de su vida en la casa en la que había nacido. Falleció en 1981. En este libro, de elaboración pausada, describe la meseta de los Cairngorms, una zona del norte de Escocia con clima ártico, que Nan Shepherd conocía muy bien porque la recorrió durante años, en verano, en otoño, en primavera; y en invierno, en la medida de lo posible, es decir, casi nunca, dadas las condiciones atmosféricas del lugar, donde nacen los ríos Dee y Avon.
En doce capítulos ordenados por temas, Nan Shepherd describe la zona como algo vivo e íntimo, con abundancia de observaciones y de conocimientos de botánica, zoología, etc., y con una prosa muy rica, que Silvia Moreno ha traducido con acierto. Tras acercarnos al paisaje en su conjunto, va llevando al lector a los detalles: los recovecos, el agua, el hielo y la nieve, el aire y la luz, la vida de plantas, aves, animales, insectos, con datos curiosísimos, fruto de muchos momentos dedicados pacientemente a observar.
Al final, se refiere también al papel del ser humano en aquellos parajes inhóspitos, pero de gran variedad y belleza. Nan parte del localismo para llevar a los lectores a una visión amplia del medio ambiente y destaca, además, la importancia del silencio, de la contemplación, de la quietud para descubrirlo y valorarlo. El relato, muy descriptivo, se lee con facilidad y gustará especialmente a todos los amantes de la naturaleza.