Bajo el título La política vernácula se agrupan los últimos ensayos del profesor canadiense de filosofía política Will Kymlicka sobre los derechos de las minorías y los derechos culturales. En ellos reafirma y desarrolla las tesis defendidas en su obra Ciudadanía multicultural (cfr. servicio 5/97).
En la primera parte ofrece una puesta al día de los debates en estos últimos años. Continuando con su defensa de una ciudadanía diferenciada en función del grupo, Kymlicka insiste en que las democracias deben establecer derechos especiales para las minorías culturales.
En nuestra opinión, hoy, cuando muchas minorías están siendo aplastadas, todo ello es de crucial actualidad. Pensemos en las minorías kurdas, en los chechenos, tibetanos, palestinos, kosovares, saharauis, por citar únicamente algunas de las más conocidas en la escena mundial.
Kymlicka dedica especial atención a los derechos de los grupos indígenas y a las minorías nacionales. Propone otorgarles especiales derechos de representación política en los parlamentos nacionales, realidad que está contemplada en Estados tan distintos como Colombia o Grecia, país este último donde existen escaños reservados para la minoría albanesa. Kymlicka exige también mejores condiciones para los inmigrantes, aunque no considera que los grupos provenientes de la inmigración deban ser tratados con los mismos derechos jurídicos especiales que las minorías nacionales autóctonas.
En la tercera parte se ocupa de los nacionalismos y defiende que caben nacionalismos respetuosos con los derechos individuales, y por tanto verdaderamente democráticos, que se diferenciarían de otros nacionalismos no compatibles con el respeto de los derechos humanos.
Por último, plantea los cambios que debe afrontar una nueva concepción de la ciudadanía para dar respuesta a estas legítimas reivindicaciones de las minorías culturales y los diversos grupos étnicos.