“Una promesa es una promesa”, recuerda Amor a sus hermanos Anton y Astrid tras la muerte del padre. Diez años antes, cuando murió la madre tras una grave enfermedad, Amor oyó a su padre prometer que cumpliría con los deseos de su esposa: que en agradecimiento a los cuidados que la sirvienta Salome había tenido con ella, debían dejarla en propiedad la pequeña casa en la que vive dentro de los terrenos de la propia granja. Sin embargo, la promesa no se cumple y se convierte en el intermitente hilo conductor de una accidentada historia familiar que se extiende durante varias décadas.
La muerte y los funerales son el aglutinante de la familia. Dividida en cuatro largos capítulos, cada uno está centrado en la muerte de un familiar, que propicia …
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