David Cabrera (Barcelona, 1975), periodista y director de documentales, conoció a La Sombra a través de un amigo que ayudaba a quienes se habían quedado sin empleo tras la crisis de 2008. La Sombra (nunca aparece su nombre) era una persona normal, anodina, que había sobrevivido treinta años con diversos trabajos sin cotizar a la Seguridad Social, sin ir al médico, sin ningún apoyo social.
El libro es el resultado de cuatro años de entrevistas. La Sombra habla de su padre que, cuando él tiene seis años, le utiliza para trapichear con droga, entra y sale de la cárcel, y maltrata a su mujer, que desaparece cuando él tiene dos años. Después pasa por el orfanato donde le deja su abuela, vuelve con su padre y una nueva madre, se inicia en la venta de drogas y los pequeños robos, conoce varios reformatorios y, a los dieciséis años, entra en la cárcel.
En cuanto puede se alista en la Legión, a la que, una vez licenciado, vuelve como único recurso para sobrevivir. En 1976, en una riña de bar mata a un hombre de una puñalada. Tras cuatro años de prisión preventiva, recibe una condena de 18 años, pero no vuelve a la cárcel. Se esconde en el barrio barcelonés del Raval, sin llamar la atención, evitando cualquier conflicto, hasta que en 2008 prescribió su delito.
La Sombra es el relato de la lucha por la vida de quien, desde su inicio, parte de muy abajo, y es consciente de que su carácter obra en su contra. Sabe que, aun sorteando la cárcel, ha cumplido la condena de no vivir con normalidad. También es la historia de quienes viven en los márgenes de la sociedad y de una época en la que España se transformó por la transición, el ingreso en Europa, la OTAN, los Juegos Olímpicos, la Expo, etc. Para el protagonista y para otros como él, esos años son una crónica de violencia, terrorismo, drogas, economía sumergida, degeneración del barrio del Raval, de la burbuja inmobiliaria y de las personas que no cuentan.
El autor refleja la historia conforme a su pacto con La Sombra: “Tú no me engañarás y yo no te juzgaré”. Y así discurre el relato novelado de su vida. Sin juicio moral, sin justificaciones, con la descripción aséptica de lo que cuenta el protagonista. Destacan la fuerza de la realidad y la técnica de David Cabrera que, en treinta y cinco breves capítulos, entremezcla el pasado y el presente de La Sombra. Incrementando poco a poco la tensión del relato, deja que el lector descubra la vida y las motivaciones del personaje, y obtenga sus conclusiones. Como en una novela policiaca. Y lo hace con un estilo sobrio, adecuado al personaje, a las tragedias que se suceden a su alrededor y a las circunstancias sin brillo que discurren en paralelo a los grandes signos de la historia.