Con esta su primera novela para adultos (antes había publicado libros juveniles), Luca D’Andrea (Italia, 1979) está cosechando un espectacular éxito internacional. En poco tiempo, ya se ha traducido a 35 idiomas y ya se ha hecho incluso una serie televisiva.
La novela está concebida como un thriller y como una investigación policiaca. Su protagonista es el norteamericano Jeremiah Salinger, famoso guionista de documentales, casado con una joven de origen italiano con la que tiene una hija. El matrimonio tiene un papel muy importante en el desarrollo de la novela.
Tras la buena aceptación de algunos de sus documentales, Salinger ir a Italia con su familia para pasar un año sabático. Se trasladan a Siebenhoch, el pueblo de donde es su mujer y donde vive su suegro, en el Alto Adigio o Tirol del Sur, región de habla alemana fronteriza con Austria. Ahora es un lugar muy turístico, pero hace décadas era pobre y aislado, lo que determinaba el carácter y las posibilidades laborales de sus habitantes.
En Siebenhoch tuvo lugar, en 1985, un trágico suceso que acabó en una masacre en la que estuvieron implicados su suegro y otros vecinos. Salinger empieza a conocer los pormenores de aquellos hechos de los que nadie quiere hablar y que se convierten en el nudo de la novela. Poco a poco, el protagonista descubre detalles que cuestionan la interpretación oficial. Sabe que nadie le quiere contar la verdad e intuye que se está metiendo en un avispero que salpica negativamente a su matrimonio y a la relación con del pueblo. Desentrañar el misterio se convierte para él en una peligrosa obsesión.
D’Andrea ha acertado con el personaje de Salinger, muy alejado de los protagonistas habituales en los thriller psicológicos y terroríficos. La novela avanza a golpe de pequeñas revelaciones que amplían y a la vez enmarañan las posibilidades de encontrar al culpable de la matanza. En el desarrollo de la trama tienen mucha importancia la naturaleza alpina y las leyendas antiguas en las que aún creen sus habitantes.
La técnica (el autor reconoce la influencia de Stephen King) y el estilo son muy cercanos a los lectores, que acompañan al protagonista en sus numerosas dudas, avances y obsesiones. El relato de la investigación es en conjunto verosímil, aunque el autor amplifique de manera artificial la intriga y exagere algunos ingredientes novelescos.