La tela de araña

TÍTULO ORIGINALDas Spinnennetz

GÉNERO

El Acantilado. Barcelona (2002). 171 págs. 9,61 €. Traducción: Javier Orduña.

Joseph Roth (1894-1939) es uno de los escritores más relevantes en lengua alemana del período de entreguerras. La amarga experiencia del hundimiento del imperio de los Habsburgo, así como la obligada emigración de los judíos de la Europa central hacia Occidente, fueron desde el principio los temas centrales en su obra. Famoso por sus novelas La cripta de los capuchinos, La leyenda del santo bebedor y, sobre todo, La marcha Radeztki, ante el ascenso de Hitler emigró a Francia, donde murió.

La tela de araña fue su primera novela. Dos apreciaciones justifican su valor: la significación histórica que contiene, confirmada poco después por unos acontecimientos que el autor previó lúcidamente; y la exposición de las primicias de un extraordinario talento narrativo, formado en el sentido crítico y en el rigor moral.

El protagonista, Theodor Lohse, es uno de los muchos jóvenes oficiales alemanes que se vieron excluidos de la carrera militar a causa de la drástica limitación de los contingentes de tropas impuesta por los vencedores de la Primera Guerra Mundial. Su complejo de inferioridad ante el poder de los altos mandos y los recursos económicos de los sospechosos judíos, unido a su soñadora ambición y a la conciencia de que el fin justifica los medios, le impulsa a una sangrienta carrera de ascensos dentro de una organización clandestina de extrema derecha en la que trabaja como espía y agitador a sueldo. Theodor es hábilmente caracterizado por Roth como la personificación de la amoral y violenta juventud centroeuropea del momento y polariza toda la trama, en la cual cada personaje es símbolo de un grupo social. Personajes colectivos como los obreros, desharrapados y quejumbrosos, o los comunistas, satanizados por la gente bien de una intolerante sociedad alemana en la que se incluían los estudiantes, completan un cuadro deplorable, perfecto caldo de cultivo para el Tercer Reich, pues el propósito de la novela no es otro que la presentación de las circunstancias bajo las cuales una generación desencantada y sin rumbo puede dejarse vencer por la tentación del totalitarismo. De hecho, la novela se publicó días antes del putsch de Múnich, el fallido golpe de Hitler y Ludendorff en 1923.

El estilo de Roth en su opera prima es escueto, casi telegráfico. Esto permite contar mucho en pocos párrafos, pero el laconismo y la inexistencia de un hilo conductor claro entre los episodios lastran las posibilidades expresivas de un tema que ofrece tantas sugerencias épicas. Merecen destacarse los momentos en que el autor, a través del relato de una huelga o una manifestación callejera, esboza la panorámica completa de reacciones individuales y colectivas que hicieron de Alemania «una nación entregada al tiroteo»; en ellos sale a relucir toda la capacidad crítica del autor, su agudeza descriptiva y la escalofriante verdad de su vaticinio.

Jorge Bustos Táuler

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