El autor de este libro lleva ya unos años dedicado al estudio de una adicción que tiene la peculiaridad de no haber sido (aún) reconocida como tal en muchos ámbitos: la adicción a la pornografía. Desde la ONG Dale Una Vuelta, propone materiales, cursos o la posibilidad de recibir ayuda personalizada. En este volumen, ofrece una visión panorámica del fenómeno en sus diferentes aspectos.
Primero, la industria. Tan desarrollada como –habitualmente– desconocida. Los datos hablan por sí solos: el Informe de Juventud en España, de 2020, señalaba que “el 50% de los hombres, entre 15 y 29 años, ven pornografía al menos una vez a la semana. Por el contrario… el 50% de las mujeres nunca la han visto. En el caso de los varones, es un 15%”. Al mismo tiempo, las empresas interesadas están haciendo un esfuerzo notable por lograr que la pornografía sea asumida como un producto perfectamente normal, inocuo o hasta saludable y de uso cotidiano. Algo nada desdeñable, si se tiene en cuenta que, como señala el autor, la pornografía va unida, de un modo u otro, a distintas formas de violencia y a la prostitución.
En segundo lugar, la adicción. En realidad, la pornografía es una más entre otras adicciones, como el alcohol o las drogas. Sin embargo, presenta algunos rasgos propios, como la facilidad de acceso o el hecho de no estar comúnmente admitida como adicción en el ámbito médico. Dos rasgos que la convierten en la adicción perfecta.
Después, las vidas de los adictos. Sin ser psiquiatra, Gutiérrez Berlinches ofrece una mirada cercana a quienes pasan por esta adicción. Describe su mecanismo y el modo en que habitualmente se experimenta. Así, por ejemplo, insiste en que “el cerebro tiene mucha memoria y sabe lo que le gusta”. Precisamente por eso, ofrece también varios modos de sobreponerse a esa memoria y de iniciar un camino fuera de la adicción.
La parte relativamente más extensa del libro es la que dedica a la educación en el ámbito familiar. Subraya la importancia de hablar con los hijos, y ofrece numerosos consejos sobre el modo de hacerlo.
El capítulo final es un intento de presentar el valor de la sexualidad, deslindándola de la pornografía y de los elementos que le son más afines. Además, a modo de anexo, bajo el título “Sírvase usted mismo”, se ofrecen distintos materiales, breves y prácticos, para reconocer la adicción y salir de ella, para educar a los hijos y para seguir leyendo o profundizando de distintos modos en alguno de los campos que presenta este libro.
Podría decirse que no es un libro original, en el sentido de que no ofrece una mirada inédita a la cuestión que trata, pero tiene el notable valor de recoger elementos valiosos de libros y plataformas variados. El resultado es una visión de conjunto interesante y útil, que constituye una buena introducción al tema, en muchos aspectos más que suficiente.
Un comentario
Es muy alentador que haya personas que dedican tiempo y esfuerzos (esta obra es un ejemplo) a combatir una pandemia silenciosa que carcome nuestro mundo actual.