Estamos ante un libro de difícil clasificación, un libro homenaje al veinte aniversario de la caída del Muro de Berlín, una recopilación de artículos de otra época con coda al fondo de uno de los columnistas hispanohablantes más profundos y agudos del final del siglo XX… Algo que, en principio, poco tiene que ver con el título y la cubierta del libro, ¿marketing?
La idea resulta atractiva desde el principio: revivir, veinte años después, el ambiente previo a la caída del comunismo en el “bloque del Este”, regresar de la mano del autor a la visión de la descomposición de la Unión Soviética y sus satélites desde la llegada al poder de Gorbachov. Y por eso el ensayo inicial “El totalitarismo y la naturaleza humana” y los 50 artículos, “batallas de la guerra fría”, que conforman el núcleo de esta obra resultan atractivos, como una crónica viva, que pasado el tiempo se demuestra tremendamente acertada, del que gozó en distintas ocasiones del privilegio de estar en contacto con algunos de sus protagonistas.
Hay aciertos y errores, previsiones que se quedaron cortas y otras que con el paso del tiempo se revelan demasiado optimistas pero el elemento común a todos ellos es la denuncia de un régimen que se derrumbó por ser contrario a la naturaleza humana. Consecuencia “de su intrínseca improductividad, de la pobreza relativa que generaba, de la incomodidad y del sufrimiento provocados por la sinrazón y la constante represión policiaca”. El sistema económico, y las estadísticas creativas, el expansionismo internacional, la educación, la corrupción, las clases dirigentes, los intelectuales críticos y los serviles, el papel de los disidentes… el análisis de Montaner sobrepasa siempre los datos, la apariencia de la historia, para bucear en el fondo de la cuestión. Por eso, además de servir como brillantes crónicas de una época, sus reflexiones siguen resultando oportunas.
Sólo al final el autor nos sorprende con un apretado y atinado resumen de los cincuenta años de Revolución Cubana. Y es que aunque todo en la presentación de este libro apunta a Cuba -el autor, los comentarios de la contraportada, o la foto de balseros cubanos tratando de cruzar el estrecho de Florida…- según se va avanzando en la lectura Cuba parece quedar al margen, relegada al epílogo de esta obra.
Quizás el veinte aniversario de la caída del comunismo no era más que una excusa para plantear de manera implícita la tesis central del libro. Así, en esta relectura se descubre que en los síntomas y en la evolución del fin de los regímenes comunistas están presentes todas aquellas cosas que se pueden estar empezando a producir en Cuba tras la renuncia de Fidel Castro, que las crisis y los cambios de los últimos meses no son quizás más que el preludio de que, como cantan algunos “nuestro día (el de todos los cubanos) ya viene llegando”.