En su anterior libro, La mitad de la casa (2021), Menchu Gutiérrez (Madrid, 1957) se trasladaba a una antigua casa familiar para revivir sus recuerdos y, de paso, cuestionarse muchas cosas sobre su vida actual. La ventana inolvidable es como una continuación de ese mundo literario, plagado –como el resto de sus obras– de lirismo, contención, silencios, erudición, muchas referencias artísticas y buena literatura intimista.
La autora toma como eje de su novela una ventana, o mejor dicho, la reja de una ventana de su antigua casa, para que ese objeto ponga en marcha la memoria y despierte “el paisaje interior del cuarto que la ventana guardaba”. A través de breves narraciones, con referencias cultas (por las páginas del libro aparecen Oscar Wilde, Clarice Lispector, Julien Gracq…), con un estilo en el que se aprecia su vena poética (la autora cuenta con una larga trayectoria literaria que incluye poemarios, novelas y ensayos), con sugerentes referencias culturales y muchas citas que encajan perfectamente con el ritmo del relato, Menchu Gutiérrez intenta responder a las preguntas que se hace al principio de La ventana inolvidable: “¿Qué vemos cuando miramos en dirección a una ventana? ¿Qué historia reconstruye la visión de una ventana?”.
No existe, como muestra la autora, una manera única de definir esa mirada, pues las respuestas son múltiples, según la intrahistoria de cada persona. La ventana se transforma en una metáfora de la vida, del arte, del umbral. Con un estilo que combina lo narrativo con lo ensayístico y lírico, la autora intenta expresar con muchos matices la intimidad que proporciona la proximidad a las ventanas de nuestra vida, transformada en muchas historias personales que atraviesan el espacio y el tiempo.
