Novela cuya acción ocurre a comienzos del siglo XIX, principalmente durante la década de 1830. Sus prolegómenos son que una joven Josephine Murray se casa por ambición con el rico y caprichoso conde Lovel y queda embarazada; pero entonces averigua que él ya estaba casado con otra mujer en Italia, por lo que parece que no es la condesa y que la hija que espera, Anna, será ilegítima. Sin embargo, enseguida fallece el conde Lovel y comienzan varios años de lucha judicial en los que Josephine pide que se la reconozca como condesa.
Hasta llegar a ese punto, madre e hija se sostienen gracias a la ayuda económica y al apoyo moral de un sastre, un buen hombre cuyo hijo Daniel será primero el gran amigo y, más adelante, sin que la condesa lo sepa, prometido de Anna. Se podría decir que la novela como tal comienza en este punto.
La fuerza de la trama se basa en lo bien que se presentan las mentalidades y reacciones de los principales personajes, en lo que Trollope (Londres, 1815-1882) es todo un maestro. Todo sucede con morosidad, mediante diálogos magníficos, y con una tensión creciente hasta el día en que lady Anna sea mayor de edad y pueda decidir por sí misma.