Amin Maalouf vuelve a hacer del Líbano el escenario de un relato. Este se extiende a través de tres generaciones de una misma familia, si bien hay un protagonista que ocupa la mayor parte de la historia. En un fortuito encuentro en París con el narrador de la novela, Ossyane Ketabdar hace partícipe a su confidente de toda su vida, llena de ilusiones, aventuras, desasosiegos, esperanzas y amor por su familia y por su patria.
A diferencia de sus otras novelas, más históricas y alejadas en el tiempo, la narración de Las escalas de Levante abarca casi todo el siglo actual. En la historia de las tres generaciones de una familia de origen otomano se unen musulmanes, judíos y cristianos, una mezcla con la que el autor subraya la necesidad de una convivencia pacífica entre las tres culturas y religiones. Desde el Líbano, la acción se extiende a Francia, principalmente durante la II Guerra Mundial, donde el protagonista llega a ser un héroe de la Resistencia. Después, regresa al Líbano. Allí, la historia principal es la de un amor familiar roto por las dramáticas consecuencias de la guerra palestino-israelí.
El mensaje de la novela fue resumido por el propio Amin Maalouf el día de la presentación: «En este libro hay personas que se aman, cuando la Historia querría que se odiaran. Deberíamos aprender de ello (…). Las relaciones humanas son muchísimo más importantes que los vínculos históricos. Lo que salva y libera a los seres humanos es el amor que, en mi novela, utilizo como un elemento de redención o antídoto».