Autora de éxito en Francia, Delphine de Vigan (1966) ha abordado en sus novelas más difundidas –No y yo (2007), Nada se opone a la noche (2011), Basada en hechos reales (2015) y Las lealtades (2018)– cuestiones espinosas contemporáneas en torno a las relaciones humanas. Lo mismo hace en su nueva novela, que afronta un problema muy actual: el ingreso de una persona mayor en un geriátrico.
La protagonista es Michka, una anciana que vive sola y que ha trabajado durante muchos años en una revista. Gran lectora, su mente se está resquebrajando lentamente y vive un acelerado proceso de afasia. Al final, ingresa en una residencia.
La novela tiene dos narradores que guardan relación con Michka. Por un lado, Marie, una vecina que cuando fue niña pasó muchísimo tiempo con ella. Entre las dos hay una relación casi materno-filial y Marie siempre se ha mostrado muy agradecida por lo que Michka hizo por ella. Este es el tema del libro: la autora reivindica el agradecimiento explícito a las personas que tenemos a nuestro alrededor y que han hecho algo por nosotros.
El otro narrador es Jérôme, el logopeda de la residencia. Así define su cometido: “Trabajo con las palabras y con el silencio. Con lo que no se dice (…). Trabajo con la ausencia, con los recuerdos que ya no están y con los que resurgen tras un nombre, una imagen, un perfume. Trabajo con el dolor de ayer y con el de hoy, con las confidencias. Y con el miedo a morir”. Jérôme visita un par de días a la semana a la anciana y entre los dos surge una entrañable relación.
Otro ingrediente de la novela son los recuerdos de la niñez de Michka. Para Jérôme, las penas infantiles nunca se olvidan y acaban saliendo en las peores circunstancias. Es lo que le sucede a Michka. En esta última etapa de su vida aflora con más fuerza lo que le sucedió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando sus padres, judíos perseguidos, se vieron abocados a entregarla a una familia desconocida, a los siete años, para salvarle la vida. La pequeña estuvo tres años con esa familia que no ha vuelto a ver ni sabe quiénes son. Su obsesión es localizarles para agradecérselo.
Novela breve, sencilla, que toca con mucha delicadeza sentimientos muy actuales, con ciertas dosis de melodrama en la historia personal de la protagonista. La autora trata un asunto real y complejo con un sentido positivo y solidario.