Cuando el debate público se convierte en un cenagal ideológico, la palabra es la que acaba perdiendo y, con ella, la posibilidad del diálogo. También el caos mediático ahoga el potencial político del lenguaje, del mismo modo que el sentimentalismo cortocircuita su vínculo con la razón. Estos y otros son los síntomas que aparecen en Las mejores palabras, premio Anagrama de Ensayo 2019, una obra impresionista, compuesta de capítulos breves y certeros, que detecta las amenazas que hoy se ciernen sobre la libertad de expresión.
La democracia se halla expuesta al ruido del extremismo visceral, un virus para la vida cívica que, en lugar de hacer posible el encuentro con el otro, nos encara con él. Junto a ello, cuando la palabra se resiente, tamb…
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