Encounter Books. San Francisco (2002). 313 págs. 26,95 $.
El médico y filósofo Leon Kass, profesor de la Universidad de Chicago y actual presidente del Comité presidencial de Bioética norteamericano (ver servicio 112/01), es conocido por su agudo análisis de lo que se puede denominar la «bioética complaciente». Es decir, el hecho -ampliamente demostrado en este libro- de que la discusión bioética de los últimos años no ha servido para fomentar el rigor ético en la investigación y en la práctica biomédica, antes bien se ha producido una amplia justificación de cualquier práctica que incidiese en la reducción de lo humano. El bioético aparece como un subordinado del científico, alejado este último de cualquier referencia a la deontología profesional. En definitiva, la bioética cumpliría una función ideológica, preparando al conjunto de la población para aceptar las nuevas propuestas científicas, traducidas casi siempre en una nueva manipulación.
Precisamente, la obra de Kass sitúa el reto de la bioética en su verdadero lugar: la protección de la vida, la libertad y la defensa de la dignidad. Kass sitúa al hombre ante su responsabilidad. La ruta de la ciencia contemporánea parece dirigirse hacia la reducción del hombre a objeto manipulado de conocimiento, a campo de la modificación que la ciencia biológica ha emprendido con tanto éxito. Este propósito requiere la ignorancia voluntaria de los aspectos más relevantes de la propia naturaleza humana y especialmente de su dignidad. En pro de la recuperación filosófica de esta dignidad y de la recuperación política de la libertad se ha escrito este libro realmente imprescindible, el mejor texto de bioética de los últimos años, junto a El futuro de la naturaleza humana de Habermas (Paidós) y Límites. Acerca de la dimensión ética del actuar de Spaemann (EIUNSA).
La obra de Kass bebe en las mejores fuentes de la deontología médica -procedencia original del autor-, del humanismo y de la propia tradición religiosa, en este caso fundamentalmente de la judía. Especialmente aguda es su crítica de la función en bioética de la filosofía analítica, experta en diluir los problemas morales. Igualmente destacable es su empeño en aclarar la raíz de los argumentos y en fundamentar coherentemente las propuestas por encima de la búsqueda de las bioéticas de consenso más a la moda.
José Miguel Serrano Ruiz-Calderón