Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 47/15
Lila era un personaje un tanto marginal en las dos novelas previas de la escritora (ver Aceprensa, 26-09-2012), Gilead (2004) y En casa (2008). En la primera era el anciano pastor congregacionalista, John Ames, quien ponía por escrito su vida en una larga carta a su hijo pequeño. La segunda estaba narrada por la hija de su vecino y amigo Robert Boughton, pastor presbiteriano. Esta nueva historia se cuenta en tercera persona, con muchos monólogos interiores, siguiendo los pensamientos de la joven y silenciosa mujer de misterioso pasado con la que sorprendentemente se casó John Ames al final de su vida.
La autora concibió Gilead como una larga reflexión meditativa. En casa fu…
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