La historia de Lituania en el siglo XX está marcada por su relación con la URSS. A partir de 1940, como consecuencia del acuerdo entre la URSS de Stalin y la Alemania de Hitler, los soviéticos se hicieron con el control del país y comenzó una política de arrestos y deportaciones. Cerca de 20.000 lituanos fueron deportados a Siberia. La familia de la narradora es una de ellas.
A su padre lo enviaron a un campo de concentración en los Urales. Su madre, su hermano mayor y Dalia –que tenía 14 años– fueron deportados a Siberia y luego a las orillas del mar de Láptev. Dalia consiguió escapar a su país, donde ejerció como médica y fue perseguida. Murió en 1987, pocos años antes de que Lituania volviera a recuperar su independencia.
El volumen está formado por tres escritos. El primero (Recuerdos) son las memorias que escribió Dalia entre 1949 y 1950, cuando huyó del gulag y vivió de manera clandestina hasta que volvió a ser detenida. Las escondió en un frasco que enterró en el jardín de su casa. Por casualidad, alguien las encontró en 1991, ya fallecida la autora. Se publicaron por vez primera en 1996. Con un estilo sencillo y contundente, Dalia revive su vida en Siberia. Es el texto más importante.
El segundo (Lituanos junto al mar de Láptev) lo escribió a partir de 1974. La autora recurre a un tono más descriptivo, para dar al relato un valor documental.
El tercer escrito (En la tierra natal) cuenta el regreso a su país en 1956, el fin de sus estudios de medicina y su vida como doctora. En todos esos años, tuvo que soportar las amenazas del Partido Comunista, que desconfiaba de ella por su pasado.
Estamos ante un libro dramático, con una fuerte carga moral y emocional, en el que la autora es fiel a un consejo que le dio su padre: “Nunca vendas tu conciencia”.