Ediciones B. Barcelona (1997). 446 págs. 1.200 ptas. Traducción : Antonia Menini.
Desde su primera edición en 1948 se han vendido varios millones de ejemplares de esta novela, especialmente en el área anglosajona. Aprovechando que se ha llevado de nuevo al cine recientemente (ver servicio 78/97), aparece su traducción al español.
La acción de la novela se desarrolla en Sudáfrica, en Johannesburgo y en un valle de gran belleza que se está despoblando, en los años cuarenta. El éxodo del campo a la ciudad y los problemas raciales, que pocos años después llevarán a la instauración del apartheid, constituyen el marco de la tragedia que se narra: el asesinato del hijo de un terrateniente blanco por el hijo de un pastor anglicano negro.
Sin caer en demagogias tópicas, el autor, que luchó decididamente contra las actitudes racistas, afronta con valentía las situaciones injustas de la sociedad sudafricana, muestra el sufrimiento de unos personajes desarraigados y de otros que no saben cómo reaccionar ante unos hechos que les resultan incomprensibles, y describe con lirismo los paisajes y ambientes de su tierra. Los diálogos son especialmente matizados y profundos.
La clave de la novela está en unas palabras del asesinado, un luchador por la igualdad y el respeto entre blancos y negros: «Nadie quiere disipar los temores que nos dominan. Sin embargo, tanto si tenemos miedo como si no, jamás podremos soslayar las cuestiones morales, precisamente porque somos un pueblo cristiano».
Toda la novela de Paton está impregnada de este punto de vista, por esto incide en temas tan decisivos como el sentido del dolor, la caridad, el perdón, la justicia… Después de leer Llanto por la tierra amada se comprende muy bien que la escritora Nadine Gordimer dijera que es «la novela más influyente de cuantas se han escrito en Sudáfrica».
Luis Ramoneda