La pandemia nos despojó de muchos bienes preciados: el quedar a tomar un café, las fiestas, las conversaciones de sobremesa… y en esta vuelta a la normalidad nos hemos dado cuenta de que nuestro contexto social es marcadamente individualista y nos encontramos en una situación de desasosiego político donde triunfa el que más grita, no el que suscribe el discurso más razonable.
Minouche Shafik, directora de la London School of Economics, reflexiona sobre la relación entre el Estado y el individuo, partiendo de que vivimos en sociedades donde rige el principio de que cada uno ha de buscarse la vida. Para ella, eso es lo que determina la política de la indignación y la causa de la actual “epidemia de problemas de salud mental y el miedo al futu…
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