Los armarios vacíos es una historia con tres mujeres –madre, viuda e hija– como protagonistas. Las tres convierten a Duarte Rosario, tras su fallecimiento, en el centro de sus recuerdos, y al mismo tiempo muestran las emociones y las perspectivas vitales que se les presentan, especialmente a Dora, la viuda.
La narración se desarrolla con una serena, perspicaz y brillante prosa, que atiende a lo cotidiano, a las reacciones personales y a la dinámica familiar que provoca la muerte de Duarte. En la novela se alternan el monólogo interior de cada uno de estos personajes con diálogos grupales en los que también aparecen otros familiares y amigos.
Con estas reacciones y sentimientos, la autora quiere dar a conocer la perspectiva social de las mujeres y el autoanálisis al que se sometían en el Portugal del último cuarto del siglo pasado. Es un relato existencial sobre la vida doméstica portuguesa que presenta, en tono menor, sin hechos sorprendentes ni personajes destacables, los aconteceres y el carácter sosegado y pausado de gente normal. Por el tono, hay en esta novela detalles que quizás recuerden a algunas novelas de la escritora italiana Natalia Ginzburg.
Maria Judite de Carvalho (Lisboa 1921-1998) se exilió de Portugal por motivos políticos en la época del Estado Novo, para regresar antes de que cayera el régimen, en 1959. Logró el aplauso de la crítica con Tanta gente, Mariana, publicada al volver a su país. Recibió importantes premios literarios lusos, como el Vergílio Ferreira o el Grande Premio de Conto Camilo Castelo Branco.