Con este poemario, la autora, nacida en Torredonjimeno (Jaén) en 1994, ha obtenido el Premio Adonáis 2019. Si nos fijamos en los dos accésits del premio, que han recaído en Diego Medina Poveda (Málaga, 1985), por Todo cuanto es verdad; y en Felicitas Casillo (Argentina, 1986), por El contorno del roble, y en el libro premiado, parece que reflejan bastante bien el panorama de la poesía reciente en lengua española.
En Todo cuanto es verdad (col. Adonáis, 673), título entresacado de una frase de Séneca, nos encontramos con una poesía abierta a la realidad, a lo cotidiano, al entorno del poeta, crítica con la sociedad actual. Incluso el estilo se puede calificar a veces de prosaico, aunque no le falta sentido del ritmo. Los poemas de El contorno del roble (col. Adonáis, 674) basculan entre lo íntimo y la apertura a la contemplación de la naturaleza y a la trascendencia, con un estilo que el jurado del premio ha calificado de hímnico.
El tema central de Los días eternos, el libro ganador, es la temporalidad, muy frecuente en la poesía de todas las épocas. Se divide en cuatro partes: Noche oscura, Luz primera, La caída y Noche blanca. Son poemas bastante herméticos, en los que cabe destacar los experimentos o juegos con las palabras y los sonidos (Romper: romper la máscara, cáscara // de cristal. Crisálida // de cristal: cristálida. ¿Aicila? // Alicia no soy yo…), en lo que quizá influya que la autora es graduada en Matemáticas, además de estudiante de Literaturas Comparadas.
El poemario manifiesta la dificultad para la comunicación, para la comprensión del mundo y su sentido –hay referencias a la caverna platónica–, y un subjetivismo más patente que en los otros dos textos galardonados. En la parte final, sin embargo, hay mayor claridad, una invitación a buscar en los orígenes y en la luz hacia lo eterno.
