Los Effinger, la llamada saga berlinesa de la periodista y escritora Gabriele Tergit (1894-1982), es una ambiciosa novela que recorre cuatro generaciones de dos familias berlinesas desde 1878 hasta 1949. Se inicia en la Alemania de Bismarck y avanza hasta el oscuro momento de la Segunda Guerra Mundial. La historia arranca cuando a finales del siglo XIX los hermanos Effinger, Karl y Paul, hijos de un modesto relojero judío de Baviera, se trasladan a Berlín en busca de mayor solvencia económica y, en unos años, su negocio es pionero en la producción de automóviles. También contribuyen a la prosperidad los matrimonios de las hijas con gente adinerada.
La autora dibuja con precisión los sentimientos de unos personajes que, si bien al principio, ante el inicio del nuevo siglo, son idealistas, a causa de la Primera Guerra Mundial pierden sus ilusiones. Mientras, la sociedad alemana comienza su trasformación, el sentimiento antisemita se agudiza, al principio lentamente pero después con más virulencia, y los Effinger deben aceptar que, a pesar de su dinero, no son los típicos ciudadanos alemanes.
Con el ascenso nazi, un cambio drástico se instala en la atmósfera sociopolítica. La familia sufre diversos infortunios, pero la autora evita los estereotipos y no se recrea en describir el horror, ya que su principal interés es diseñar la trayectoria humana de sus personajes. La autora matiza su narración, sin extremismos ni excesos, ya que los Effinger son personas moderadas, tanto en sus momentos de esplendor como de derrota, siempre muy bien dibujados.
Gabriele Tergit escribió esta saga a lo largo de 18 años con el propósito de reconstruir la vida en Berlín y la transición de Europa hacia el siglo XX. El libro, publicado en 1951, apenas vendió 200 ejemplares. Ahora ha sido todo un redescubrimiento en su país y ha empezado a considerarse un clásico de la literatura alemana.
Novela polifónica y épica, al estilo de Los Buddenbrook, de Thomas Mann, tejida con fluidez, elegancia y riqueza estilística. Aunque describe situaciones duras, presenta un fondo optimista, imparcial y esperanzado.