Alfaguara. Madrid (2006). 610 págs. 22 €. Traducción: Dolores Vilavedra.
Manuel Rivas ha escrito ya de todo y merecido los más importantes reconocimientos literarios que se otorgan en España. Hay quien destaca su poesía y su faceta periodística, pero sobre todo merecen la pena alguna de sus recopilaciones de relatos («¿Qué me quieres, amor?» –ver Aceprensa 112/96-) y, aunque menos, alguna de sus novelas, como «El lápiz del carpintero» (ver Aceprensa 148/98).
Ahora ha querido construir una obra magna y ambiciosa… y se le ha ido la mano. Ha querido construir una fábula sobre el valor del lenguaje y de la literatura, sirviéndose de un artefacto narrativo bastante confuso. Rivas se vale de una historia simbólica, pero tópica -quema de libros por la Falange en La Coruña al inicio de la guerra civil española-; y de un tono onírico-mitológico con el que habla de este episodio y de otros muchos que intercala sin ninguna referencia de lugar, tiempo, sueño, realidad, texto o cita: en definitiva, un galimatías.
Es probable que se trate de una nueva revisión de vencedores y vencidos de la guerra civil española. Aquí y allá resplandecen las cualidades narrativas de Rivas (prosa poética, fértil imaginación, habilidad para mezclar fantasía y realidad…), esta vez dilapidadas al servicio de una maraña inextricable de hilos y personajes.
Javier Cercas RuedaACEPRENSA