Almuzara. Córdoba (2005). 152 págs. 15 €.
María Calvo Charro, profesora titular de Derecho Administrativo en la Universidad Carlos III de Madrid y madre de cuatro hijos, aborda en este libro las características de las escuelas que proporcionan una educación diferenciada para chicos o para chicas.
A partir de los resultados de las investigaciones empíricas de expertos de distintas disciplinas (biólogos, antropólogos, pedagogos, psiquiatras, psicólogos…), la profesora Calvo analiza con rigor las ventajas e inconvenientes que se atribuyen a la educación diferenciada.
Destaca, en primer lugar, los cambios que se están produciendo en distintos países (Estados Unidos, Suecia, Alemania, Reino Unido…) para introducir de modo flexible diversas fórmulas de enseñanza diferenciada. Ante problemas no resueltos por la coeducación, se ha impuesto dar prioridad a los datos sobre los viejos discursos ideológicos. Y los datos, según Calvo, son contundentes. Los recientes estudios, estadísticas, informes y la propia experiencia de docentes y alumnos, reflejan la necesidad de plantearse otras opciones pedagógicas, como la educación diferenciada.
A la vista de lo que está ocurriendo en otros países, la profesora Calvo se pregunta por qué en España la educación mixta sigue siendo un dogma intocable. Insiste en el retraso que supone la imposición por parte de la autoridad de un modelo único y aboga, en cambio, por «la existencia y oferta, tanto de colegios mixtos como de diferenciados, públicos y privados». De lo contrario, concluye, la educación se convierte en «un monopolio del Estado que decide qué es bueno y qué es malo para nuestros hijos».
En resumen, la autora defiende que la educación diferenciada es, además de razonable, «una opción absoluta y verdaderamente progresista». En pocas páginas ofrece al lector argumentos atractivos y datos científicos para afrontar un debate que, en España, todavía no se ha tenido.
Juan Meseguer Velasco