Almudena Grandes (Madrid, 1960) prosigue los Episodios de una Guerra Interminable que comenzó con Inés y la alegría para continuar con El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. La cuarta entrega, Los pacientes del doctor García, es una novela de espionaje con rasgos de thriller cuya acción arranca en la década de los treinta y llega hasta la Transición. El núcleo argumental aborda la actuación clandestina de algunos comunistas españoles para descubrir la conexión del gobierno franquista con antiguos criminales nazis que huyeron de Alemania tras la caída del Tercer Reich y se refugiaron en España para dirigirse posteriormente a Argentina.
La historia arranca con el idilio de un médico republicano, Guillermo García Medina, con una bella falangista, unidos por circunstancias fortuitas. Al final de la guerra civil, ella huye con su hijo y Guillermo se ve forzado a cambiar de nombre y personalidad para sobrevivir. Entre las numerosas vidas que salvó está la del diplomático Manuel Arroyo Benítez, también republicano, cuyos destinos se encuentran en la misión de infiltrarse en una selecta organización de empresarios alemanes que facilita la evasión de nazis y que extiende sus lazos hasta la Argentina de Eva Perón. Al frente de esta actividad está una fotógrafa alemana adicta al falangismo, Clara Stauffer, que vivirá una apasionada relación con Manuel. A estos personajes se añade el azaroso recorrido de un exboxeador que formó parte de las SS y que no sabe que alguien ha suplantado su identidad.
La autora construye un trepidante relato ambientado en una atmósfera socio-política llena de silencios y secretos, crímenes, espías, contraespías y aventuras amorosas que se entretejen a través de una serie de hilos narrativos cuyas raíces recorren escenarios internacionales. Grandes se basa en una concienzuda documentación de los hechos históricos para este ambicioso proyecto que abarca un periodo de más de cuarenta años y amalgama acontecimientos y personajes reales –Primo de Rivera, Negrín, Franco, Largo Caballero, etc.– con otros de ficción. Una compleja trama resuelta mediante numerosos saltos temporales y decenas de secundarios, elementos que unidos al extenso número de páginas, conducen a que a veces el ritmo se ralentice y los diferentes planos no terminen de estar conexionados del todo.
Almudena Grandes, fiel a sí misma, presenta una acérrima defensa de la ideología republicana con marcado maniqueísmo cuando dibuja a sus protagonistas, gente siempre en acción a los que les falta cierta profundidad psicológica. Con tono épico se produce el ensalzamiento de unos y la denigración de sus oponentes. Al margen de este posicionamiento ya conocido, Los pacientes del doctor García es una obra bien escrita, con estilo visual y prosa muy descriptiva en la que destaca la habilidad de la autora para trenzar relaciones humanas, pasiones cuajadas de sentimentalismo y política.