Península. Barcelona (1999). 377 págs. 3.500 ptas. Traducción: Carmen Bartolomé Corrochano y Diego Puls.
La escritora holandesa Hella S. Haasse ha escrito numerosas novelas, la mayoría históricas, como la inolvidable El Bosque de la Larga Espera (ver servicio 164/92), una de las mejores recreaciones novelescas de la Edad Media. Nacida y educada en las Indias Holandesas, actual Indonesia, en esta novela traslada al lector a la isla de Java en la segunda mitad del siglo XIX.
Los primeros capítulos, los más morosos, se entretienen en la descripción detallista de las costumbres de la vida de los holandeses a finales del siglo pasado. El protagonista, Rudolf Kerkhoven, después de cursar estudios técnicos en la Universidad de Delft, se instala en Java, donde viven sus padres. Al igual que habían hecho sus antepasados, Rudolf también quiere poner en marcha, en el abrupto paisaje montañoso de la isla, su propia plantación de té. A Rudolf le mueve la ambición de que su empresa prospere y, a la vez, el deseo de crear para sus colonos unas condiciones de vida más justas.
Con una excelente capacidad narrativa, la autora intenta hacer que los lectores participen del mundo interior de Rudolf, de sus ilusiones y sentimientos; también persigue lo mismo con su mujer, Jenny, de la que las páginas de su diario ofrecen su intimidad. La desmedida ambición profesional de Rudolf le va separando, sin darse cuenta, de Jenny; y mientras el negocio aporta importantes beneficios, su vida privada acaba de un modo trágico. Si al principio Rudolf se muestra demasiado orgulloso cuando contempla sus prósperas plantaciones, con el paso del tiempo surge la insatisfacción, consecuencia del mayor fracaso, el de su vida familiar.
La fuerza con que Haasse describe la naturaleza de Java, la investigación llevada a cabo para recrear la época, el atractivo de los personajes, hacen de Los señores del té una excelente novela histórica.
Tiny Gerrickens