Planeta. Barcelona (1998). 449 págs. 2.700 ptas.
Si hiciéramos un repaso de los grandes cambios que se han ido sucediendo a lo largo de la Historia, podríamos observar que una gran parte de ellos no se debieron a guerras, revoluciones o descubrimientos científicos, sino que vinieron dados por la aparición de escritos que modificaron las mentalidades. Con este punto de partida, César Vidal, doctor en Teología, Historia y Filosofía, y profesor de Historia en la Universidad a Distancia, selecciona y presenta 28 escritos de todos los tiempos y culturas cuya influencia en el transcurso de la Historia es indudable.
Con un criterio cronológico, el autor sitúa cada obra en su contexto histórico, hace un breve resumen de su contenido fundamental y expone la influencia que ha tenido. Los textos abarcan los escritos básicos de las grandes religiones (Torah, Baghavad Gita, Lun Yu, Evangelio de San Mateo, Corán, etc.), acuerdos capitales para los descubrimientos geográficos (Capitulaciones de Santa Fe, Bulas Alejandrinas), escritos que provocaron cambios profundos tanto en el orden espiritual como en el social (la Reforma de Lutero, los primeros atisbos de democracia en la firma del Pacto del Mayflower, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos) y, por último, los grandes textos de los siglos XIX y XX, como El origen de las especies o la Carta de las Naciones Unidas.
En ocasiones, las teorías vertidas en algunas de estas obras demostraron ser dolorosamente erróneas, como es el caso del Mein Kampf o de la Declaración bolchevique de los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado. Pero esa circunstancia no impide reconocer los profundos cambios sociales que provocaron en su momento, y que, en algunos casos, incluso se extienden hasta hoy. Por otra parte, resulta curioso observar que al menos la mitad de los textos recogidos por su influencia en el devenir histórico apelan a la dimensión trascendente del ser humano.
En cualquier caso, ¿qué es lo que hace que textos de origen tan diferente, escritos en distintas lenguas y épocas y con intenciones tan dispares puedan tener algo en común? Pues el hecho de que todos, a su manera, tienen «la voluntad de responder a los eternos interrogantes del hombre», por lo que, de un modo u otro, hicieron que a partir de su aparición la humanidad pensara y actuara de otra forma.
Es de agradecer el esfuerzo que se advierte en toda la obra por mantener un punto de vista objetivo en el análisis de los textos. Por otra parte, es indiscutible que «son todos los que están», pero quizá «no están todos los que son».
En cualquier caso, la selección es muy interesante, y la exposición que hace Vidal es clara y consigue que el lector comprenda las circunstancias históricas y las líneas fundamentales de los textos.
Amelia Gomá