Martyn Whittock es un veterano historiador británico, autor de 45 libros (cinco de ellos en colaboración con su hija Hannah), en los que aúna el rigor histórico con la capacidad divulgativa; quizá por todo ello colabora con medios como la BBC o instituciones como el English Heritage. Con esta obra se aproxima a la historia de los temidos y mitificados vikingos, analizando lo que hay de verdad en el imaginario común, por un lado, y por otro, rastreando su paso del paganismo a la religión y cultura cristianas.
Las fuentes históricas empleadas son tanto las sagas y runas (objetos con letras o grabados significativos), como las crónicas de los pueblos invadidos. Para facilitar la lectura, se aporta una cronología, un listado de personajes notables y un glosario relativo a sus usos y costumbres.
La cultura vikinga se extiende entre los años 750 y 1100 de nuestra era. Sus protagonistas son pueblos paganos del norte de Europa que conquistaron con extrema violencia amplias áreas de las Islas Británicas, Normandía (Francia), Islandia, Groenlandia, Vindlandia (Norteamérica), Rusia, Ucrania, el Imperio Bizantino, etc.
Lo más llamativo de estos choques invasores fue que implicaron una amenaza para la estabilidad política, económica y religiosa de las zonas afectadas, y pusieron en peligro la existencia de muchos reinos europeos; sin embargo, el mismo contacto facilitó la progresiva conversión de los vikingos al cristianismo a partir del año 800 y su integración como colonos y mercenarios.
Respecto a la adhesión a la Iglesia, los autores aportan datos sobre fuentes escritas y arqueológicas que revelan que las primeras conversiones tuvieron lugar hacia el año 830. En cuanto a la utilización de guerreros del norte, un ejemplo paradigmático es el de los vikingos asentados en Normandía, que participaron junto a los francos en la batalla de Hastings (1066), decisiva para su dominio sobre tierras británicas.
Llama la atención muy positivamente la explicación que ofrecen Martyn y Hannah Whittock sobre la donación de tierras y otros bienes a sacerdotes y religiosos, con el fin de que pudieran llevar a cabo el culto y la atención pastoral. Pero en el libro no se hace ninguna mención a las múltiples invasiones normandas en el sur de la actual Francia, y localizadas en Navarra, Asturias, Galicia, Al-Andalus, Levante, Cataluña, Baleares, camino de su asentamiento en las Dos Sicilias, que dominaron entre 1071 y 1198.
El libro, en cualquier caso, interesará, sin duda, a los amantes de la historia y, especialmente, a los interesados en el mundo medieval.