Hace casi un año la aparición de este libro hizo correr ríos de tinta en los principales periódicos y semanarios norteamericanos y provocó un debate público interesante (cfr. Aceprensa, 24-01-2011). Amy Chua, profesora de Derecho en Yale, reivindicaba una educación exigente y rigurosa, de tradición oriental, frente a las maneras suaves, sentimentales y excesivamente complacientes que están hoy en boga. La idea de Chua es que el primer tipo de educación fortalece a los niños, les obliga a superarse y les prepara para enfrentarse con éxito al mundo de los adultos, mientras que la manera más habitual de educar en Occidente es excesivamente protectora y poco formativa.
Madre tigres, hijos leones no es, sin embargo, un tratado sobre la educación…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.