Este es el segundo libro de Carlos Pujol (Barcelona, 1936-2012) que ediciones Cálamo publica tras el fallecimiento del escritor; el anterior fue Bestiario (2012). Como se deduce del título, está dedicado a la Virgen María. El Magníficat, himno que ella recitó ante su prima santa Isabel, ha inspirado a grandes compositores, sobre todo, pero también a otros artistas y a escritores.
El autor recorre la vida de la Virgen en treinta y un poemas, aunque sin seguir el orden cronológico, con referencias al pasado, a la historia, pero también al momento presente, y con algunas pinceladas autobiográficas. Hay un intento de expresar los sentimientos íntimos de la Virgen ante el gran misterio de la Redención, que “encierra / la más honda verdad que Dios guardaba”, y en los difíciles avatares que supuso para ella y para san José secundar los planes de Dios: “Todo es de tan sencillo incomprensible, / como visto por ojos de los ángeles”.
Bastantes poemas están puestos en boca de la misma Virgen, al recordar acontecimientos de su vida (Nazaret, huida a Egipto, la adoración de los Magos, las bodas de Caná, la Anunciación…) o para referirse a algunos de sus hijos destacados a lo largo de la historia: escritores y pintores como Dante, Hopkins, Mantegna; santas como Catalina Labouré y Bernadette Soubirous…
En otros poemas, se retorna al momento presente y se habla de la influencia corredentora de la Señora en las vidas de los creyentes y aun de la humanidad entera, de algunas invocaciones marianas… o se hace esta sugerente descripción del Rosario: “Repetir el saludo muchas veces / es algo tan monótono y sencillo / como el paso del tiempo al que ponemos / la poesía que dicta el corazón”.
Como en toda la obra de Carlos Pujol, tanto en prosa como en verso, en esta no faltan tampoco los toques de ironía, sutiles, desmitificadores de las vanidades humanas. Poesía clara, elegante, con un ritmo muy logrado. Magnífica edición, excelente homenaje póstumo a un escritor coherente y honesto.