Hay pocas corrientes filosóficas que hayan determinado tanto la manera de entendernos como la filosofía romántica y, especialmente, esas escuelas de pensamiento surgidas cuando la Ilustración era ya más o menos una suerte de resaca. A pesar de su importancia, penetrar en los textos de Fichte, de Hegel o de Schelling no es fácil. A nadie se le escapa tampoco que reducir el espíritu romántico a la filosofía es una decisión, cuando menos, discutible. Magníficos rebeldes aborda aquel largo período cultural de la forma más idónea, constatando la influencia en la ciencia, la literatura o el arte del nuevo modo de pensar, y dispensando al lector las claves para comprender su desarrollo y repercusión.
Andrea Wulf, autora de una magnífica biografía …
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