BAC. Madrid (1993). 315 págs. 1.900 ptas. Edición original: Desclée, París, (1988).
La Biblioteca de Autores Cristianos ha tenido un gran acierto al poner a disposición del lector hispanohablante una obra de gran categoría publicada primero en Bélgica en 1985, y traducida al francés y al italiano pocos años después.
El P. De la Potterie, de la Compañía de Jesús, nació en Bélgica hace ochenta años, y mantiene su lucidez intelectual y facilidad de expresión. Es profesor del Instituto Bíblico de Roma, y se ha especializado en la teología de San Juan, en la historia de la exégesis cristiana y en los problemas modernos de la hermenéutica bíblica. Su conocimiento de la exégesis neotestamentaria le ha llevado con frecuencia a considerar distintos temas marianos, algunos de los cuales se recogen en este libro.
La obra, muy rica en contenido, estudia aquellos textos marianos del Nuevo Testamento en los que aparece María desempeñando un papel capital en la obra de la salvación. Así, el autor enriquece aspectos de la Redenciónde Cristo, y sitúa a la Virgen en el misterio de la Alianza.
El libro es eminentemente cristológico, como ha de ser todo tratado mariano. Forma una unidad muy bien trabada, y cada afirmación está expuesta con objetividad. Un dogma que considera con mucho cuidado es el nacimiento virginal de Cristo, especialmente importante, como señala en el prologo, ante los ataques a la virginidad de María.
Otro aspecto del libro digno de ser resaltado es su modo de estudiar la anunciación a María. Son unas páginas que da gusto leer y releer, y un ejemplo claro de cómo hay que enseñar la teología mariana. Siempre me ha resultado penoso ver tratados y manuales sobre la Madre de Dios tan farragosos y áridos. Indudablemente, ese tipo de libros redactados hace unos cuarenta años han hecho mucho bien. Pero con lo que se ha investigado en teología mariana desde entonces, ya se puede tratar un tema tan querido -nuestra Madre- de un modo científico y atrayente.
Esta obra del P. De la Potterie pertenece a esa nueva visión de la enseñanza de la teología mariana: el rigor doctrinal y científico no oculta, sino que ensalza el profundo amor a la Virgen Santísima, y comunica al lector ese apacible querer. Por tanto, es un libro muy recomendable para cualquier persona de cultura media: quizá alguno no comprenderá plenamente ciertos pasajes, pero sí captará su sentido, y además se empapará del gran amor a Jesucristo, a la Virgen María y a San José, que estas páginas transmiten..
Federico Delclaux