Veintiún años después de la publicación de Verde agua, su “pequeño clásico contemporáneo”, Marisa Madieri (1938-1996) vuelve a las estanterías con Maria y otros relatos, una colección de siete cuentos profundamente líricos y cuidados.
Claudio Magris, también escritor y esposo de la autora, firma el posfacio, en el que acerca a los lectores las circunstancias que rodearon la creación de esta obra. Por ejemplo, “Maria” y “La caracola”, los dos relatos más extensos de este libro, tienen un abrupto final. Cuenta Magris que esta interrupción no se debió a la falta de creatividad o al abandono por parte de Madieri, sino al fallecimiento de la autora.
La enfermedad que padeció –un cáncer– no supuso un impedimento a las ganas de escribir de Madieri, que, aun plenamente consciente de su estado, no permitió que este le impidiese escribir las historias que tenía en mente. Como relata Magris, la autora las creó con amor y tranquilidad, sin saber cuándo serían interrumpidas, pero rechazando el entrar en una carrera de velocidad con la enfermedad. “Escribió con constancia y al límite, pero sin prisa”.
Con una gran atención a lo aparentemente insignificante y una narración detallada del entorno que rodea a los personajes, Madieri hace palpable esa sosegada tranquilidad. Las descripciones contienen en sí mismas una belleza que complementa el tono melancólico y, en cierto modo, nostálgico.
Todos los relatos comparten una característica común: relatan sin grandes sobresaltos los momentos vividos por parte de los protagonistas, hablando sobre la vida, en la mayoría de los casos, desde la soledad. Madieri presenta con una delicadeza y finura exquisitas –características de su estilo– unos momentos que, aunque no extraordinarios, son transmisores de serenidad y paz. Como escribe Magris: “En estos relatos, ilusión y desilusión, fiesta sensual de la vida y atónito misterio de su vaciado coexisten y se entretejen continuamente”.