Muchos señalaron que Obama ganó las elecciones por el estilo de sus discursos. Y todos sabemos el poder de convicción y de manipulación de las palabras. Sam Leith explica por qué y cómo nos seducen, nos influyen y nos persuaden las palabras elaboradas conforme al arte de la retórica.
¿Me hablas a mí? nos recuerda que cualquier uso del lenguaje –no solo el elaborado y preparado para una defensa judicial o para la publicidad, sino también el cotidiano y el de las redes sociales– puede entenderse y desarrollarse como retórico, y puesto que hablamos, escribimos, leemos y escuchamos constantemente, nos conviene saber algo de retórica.
Sam Leith, como buen periodista, ha escrito un libro agradable de leer, divulgativo y lleno de ejemplos actuales…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.