Debate. Madrid (1997). 169 págs. 1.700 ptas.
En unos tiempos de abundante literatura comercial y de literatura del ensimismamiento, Rafael Chirbes recupera en esta obra dos aspectos importantes del quehacer del escritor: por un lado, la responsabilidad del artista de hacer llegar, con su mirada curiosa y sensible, lo que el ojo normal, tantas veces miope para el detalle, no llega a ver; por otro, la necesidad de que lo escrito cuente algo, transmita vida, haga conocer mejor al hombre y a lo que le rodea.
En esta recopilación de artículos escritos a lo largo de los años noventa, el autor relata, de un modo básicamente descriptivo y pleno de madurez poética y creativa, las impresiones de sus estancias en distintas ciudades mediterráneas: Estambul, Venecia, Creta o Alejandría son los escenarios donde se reconocen los rasgos de una cultura, llena de sol y de vida.
Este viaje sintético y nostálgico por el Mediterráneo está lleno de pequeñas anécdotas personales, que el autor sabe transformar en sucesos de interés general por la validez de sus enseñanzas, aderezadas además con oportunas referencias literarias y cinematográficas. Ofrece así un recorrido, no exhaustivo pero suficiente, por la historia, el urbanismo, la cultura, el modo de ser y la gastronomía de estos pueblos.
Rafael Chirbes (Valencia, 1949) se había acercado en sus anteriores novelas (La larga marcha, La buena letra) -siempre con interés psicológico- a itinerarios personales relacionados con la reciente historia de España. Ahora aporta el trabajo de un escritor consolidado y con un modo de escribir culto y suelto a la vez, de léxico rico e ironía fina. «Viajar en algún momento- es leer mejor en unas páginas que ya se habían leído»; la lectura de Mediterráneos ofrece, al revés, esa posibilidad: disfrutar recordando si ya se estuvo, o bien soñar con estar para leer mejor.
Javier Cercas Rueda