Meritxell es el título de la nueva novela de la periodista y escritora Rosa Echeverría, saga familiar que narra la trayectoria de cinco mujeres de 1931 a 2017 en escenarios dispares. La acción arranca cuando Meritxell, la hija del herrero de una aldea castellana, con tan solo 15 años es obligada a casarse con un pastor mucho mayor que ella, a quien no quiere, pero al que aprenderá a amar en una relación que evoluciona del respeto a la ternura.
La joven ansía algo más que contemplar las extensas llanuras y comienza a leer libros prestados, afición que contagia a su esposo, de forma que la rudeza se va transformando en sabiduría. Ella incluso recibe clases de cultura general a cargo de un profesor. Tras mucho tiempo alimentando el deseo, nace una hija que les colma de felicidad a pesar de la atmósfera de maledicencia y malentendidos surgidos en el vecindario.
Mientras, en Madrid comienzan los disturbios que desembocarán en la Guerra Civil y la radicalización llega al pueblo. El matrimonio teme por su bebé y consigue que viaje a Venezuela para vivir con una familia adoptiva. La separación resulta muy dura, especialmente para Meritxell. Además, tendrán que hacer frente al odio y a la traición que sacuden a amistades y a la propia familia.
La segunda parte, marcada por un gran sentido del humor, muestra un recorrido vital cuyas riendas las conducen mujeres que rompen esquemas y fronteras. La pequeña castellana que huyó de España con escasos meses llegará a ser catedrática en Caracas; su hija, una bailarina de danza clásica en París; y la protagonista de esta nueva etapa, Mer Sullivan, es una famosa antropóloga neoyorquina cuyo estilo de vida tiene poco que ver con el de su bisabuela, una chiquilla con trenzas, casada con un pastor de ovejas.
Rosa María Echeverría configura un argumento clásico a través del hilo narrativo de cinco jóvenes que emprenden la ruta de la superación y se abren camino a pesar de la incomprensión y la estrechez de miras. Una trama apasionante y cuajada de esperanza que dibuja diversas versiones de una heroína que lucha por conquistar terreno inédito. El deseo de progresar, la búsqueda de libertad y la pasión amorosa se entretejen con el drama de la guerra en una serie de aventuras que se definen como el largo vuelo de un águila.
La prosa fluye con naturalidad mientras combina las vivencias de los personajes con la descripción de paisajes, elemento esencial del relato. Hay un hondo lirismo y un lenguaje barroco y personalísimo que teje imágenes y emociones con musicalidad y un bello estilo que ya reflejó en El palacio de los vientos.