Existe una visión agorera y asustadiza del progreso tecnológico que en estos tiempos se ceba con la informática y con su principal aportación en lo que a conformar una nueva sociedad se refiere: Internet. No es rara la tentación elitista de desdeñar el potencial de estas herramientas. Frente a ello, hay quien analiza las perspectivas de este desarrollo técnico en términos globales, tratando de encontrar las oportunidades que crean y los riesgos que contienen. Y que, más allá del pragmatismo del que se resigna a los avances, lo hace con la mirada positiva de quien confía en la capacidad del hombre para construir su futuro. De estos muestra ser Javier Cremades, abogado de prestigio y profundo conocedor del medio digital y su relación con la libertad de expresión, que en Micropoder lleva a cabo un valioso esfuerzo de síntesis de lo que Internet está suponiendo en términos de cambio social e influencia en la vida cotidiana de la gente.
Cremades no cae en un optimismo risueño. “Las nuevas tecnologías se han conformado en un canal y en un marco, en un instrumento para dar lugar a una redistribución de poder entre los que participan en este entorno”, dice; de ahí que el “lado oscuro” de Internet esté no en sí misma, sino en su uso torcido o en parte de sus contenidos, “productos humanos”. Sin obviarlos, se centra en las ventajas y posibilidades que la conexión entre individuos y el acceso a la información ofrecen. Básicamente, dar poder y libertad a la persona.
Micropoder es un libro útil para quien quiera ponerse al día de la influencia de Internet en la manera en que se organiza la sociedad, con especial énfasis en las parcelas política, económica e ideológica. No faltan tampoco las sugerencias para hacer más humano y humanístico ese medio de comunicación que es la Red. “El cambio en el pensamiento, el cambio en la cultura, cambia primero la sociedad. Y de un tiempo a esta parte hemos experimentado un cambio por el cual hemos vuelto a la persona, a considerar cómo es. Consecuentemente, le hemos dado el conocimiento, las relaciones, el poder que le corresponde en este marco. Es la revolución del micropoder”.
