Ediciones B. Barcelona (1996). 464 págs. 2.800 ptas.
Los personajes de Microsiervos, última novela del canadiense Douglas Coupland (1961) -autor de Generación X, Planeta Champú (ver servicio 146/94) y La vida después de Dios (ver servicio 151/95)-, viven encarcelados en el artificial y competitivo mundo de la informática. Ni el protagonista, Daniel, soltero de 26 años, ni sus amigos tienen relaciones ni vida propia: son unos clónicos que han vendido a la informática su horizonte vital.
Sin embargo, la decisión de uno del grupo de abandonar Microsoft y crear su propia empresa informática provoca una crisis de identidad en todos. Siguiendo su ejemplo, también rechazan la seguridad que les ofrece Bill -descrito de un modo simbólico e irónico- y se lanzan a la aventura, descubriendo indirectamente todo lo que anhelaban sin saberlo: la familia, la amistad, el ocio… Las relaciones entre estos amigos y de Daniel con sus padres ocupa un papel importante en la novela.
Todos los personajes reflejan diversos modos de vida: Todd vive obsesionado por su musculatura, Abe por los electrodomésticos, Michael por el correo electrónico, Bug por su conflictiva homosexualidad, Susan por sus ideales feministas… Una vez más, y con acierto, Coupland convierte sus novelas en un interesante reportaje sociológico, que ofrece luces y sombras sobre el estado actual de la sociedad norteamericana.
Microsiervos está escrita con un estilo revolucionario, que influye incluso en la tipografía, en el ritmo de la narración y en su concepción misma. Para Coupland, la omnipresencia de la informática ha dado forma a nuevas metáforas y símbolos, y a un léxico plagado de referencias a marcas y personajes reales de la actualidad que, junto con los tecnicismos informáticos, dificultan de manera deliberada la lectura. Daniel, el narrador, utiliza la técnica del diario, lo que hace aún más fragmentario su discurso cibernético. Sin embargo, bajo el follaje de multitud de hechos cotidianos en la vida de estos geek (programadores informáticos), se esconde un inteligente mensaje que busca la reflexión sobre los valores del mundo actual y futuro. Se recomienda su lectura a aquellos que sientan fascinación por la literatura, la sociedad norteamericana o los ordenadores, y estén familiarizados con los lenguajes informáticos.
Adolfo Torrecilla