Andrea Camilleri (Sicilia, 1925) es el escritor italiano actual más popular, conocido sobre todo por sus novelas policiacas, que comenzó en 1994 cuando creó a su personaje Salvio Montalbano. Desde entonces se ha dedicado de manera exclusiva a la literatura, combinando las novelas policiacas con otros libros de intriga y autobiográficos. Antes fue director de teatro y de televisión.
Como escribe el autor en una breve “Nota previa”, “este libro aspira a recopilar, de manera desordenada, aunque prestando mayor atención a mis años juveniles, algunos encuentros que, así duraran un momento o casi toda una vida, determinaron en mí una especie de cortocircuito: en otras palabras, provocaron una primera y momentánea sensación de desapego y más tarde una suerte de mayor iluminación en mi interior”. La suma de estos recuerdos traza una mínima biografía del autor, en donde aparece su intensa relación con el mundo de la cultura, especialmente con el teatro, y de la política, pues Camilleri militó en el Partido Comunista italiano.
Estos “momentos” duran apenas pocas páginas y en ellos el autor describe encuentros y anécdotas relacionadas con personajes relevantes de la política y la cultura –como Antonio Tabucchi, Pier Paolo Pasolini, Carlo Emilio Gadda, Elio Vittorini, Primo Levi, Benedetto Croce…– y con personajes anónimos que dejaron un “destello” en su vida, como Pino Trupia, un delincuente con el que coincidió durante una breve estancia en la cárcel, o el maestro Emmanuele Cassesa y sus originales métodos educativos.
Camilleri no insiste y va directamente al asunto. Su estilo es muy eficaz, vivo y coloquial, además de resaltar anécdotas muy divertidas y otros encuentros más graves. El resultado es un libro memorialístico cuyo interés no reside en el autor sino en las peculiaridades y virtudes de los personajes que protagonizan estos momentos.