Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 83/13
No es fácil hacer accesible y sobre todo “actual” la filosofía de la Edad Media. Porque, como indica Brague, quien se dedica al estudio de esa época tiene que comenzar “desinflando globos”, destruyendo mitos y restableciendo verdades olvidadas. A esta tarea se dedican los textos de diversas procedencias que se recopilan en este volumen.
Este libro no es un ensayo destinado a especialistas, pero su lectura a veces resulta ardua por el esmero del autor en ofrecer nombres y referencias exactas, así como los términos en su idioma original (sea árabe, griego o latín). De ahí que la aridez sea más bien una muestra del rigor y la exactitud propia de este pensador que cree en la vi…
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