Ariel. Barcelona (1999). 254 págs. 2.500 ptas. Traducción: Rosa Mecha López.
Pierre Veltz, catedrático de la Escuela Nacional de Caminos, Canales y Puertos de Francia, se plantea explorar en este libro las relaciones entre la globalización de la economía, los cambios en la organización de los modos de producción en las empresas y la concentración espacial de la actividad económica en las grandes metrópolis.
Partiendo del ejemplo francés, Veltz intenta explicar cómo la globalización actúa sobre dos ámbitos: el estratégico, que busca ampliar la demanda y la competencia; y el geográfico, que adapta la empresa a las necesidades locales y a los contextos sociopolíticos cambiantes. Por eso, según Veltz, la economía organizada como relación entre el centro y la periferia ya no describe la realidad actual.
El modelo contemporáneo responde mejor a la analogía de la red: los flujos económicos se concentran dentro de una red de grandes polos. Las empresas se van convirtiendo en redes de producción, con sus polos cada vez mejor adaptados al entorno local, pero conectados simultáneamente a todo el resto.
En paralelo a esto, la ciudad, el modo de vida occidental por excelencia al que muchos veían en peligro debido a la aceleración de las comunicaciones, no parece inmutarse demasiado por las convulsiones que imprime la globalización. Al contrario, la ciudad es un elemento de cooperación y comunicación imprescindible para lograr la eficacia de los nuevos planteamientos económicos.
Por último, quizá con poca claridad, Veltz defiende el papel del Estado como garantía de que los cambios económicos no arruinen la cohesión social y de que la dictadura del corto plazo de las empresas lleve a olvidar los planteamientos de mayor alcance. El papel del Estado no está definido en esta nueva realidad y, lo mismo que las corporaciones han rediseñado su papel, la administración tiene que superar la confrontación con la empresa transnacional.
Carlos Segade