Twitter es una plataforma curiosísima. A menudo recibe juicios contradictorios. Que si es un patio de corrala donde la gente vuelca sus cotilleos. Que si es la red social que ha hecho posible organizar la primavera árabe. Y lo más confuso de todo es que seguramente ambas afirmaciones sean ciertas.
Pero esas no son las únicas formas de aprovechar Twitter. La variedad de usos de esta plataforma es inmensa. Pensemos que en sólo cinco años ha logrado atraer a más de 200 millones de usuarios en todo el mundo; gente que ni está todo el día contando chismes ni organizando revueltas.
José Luis Orihuela (presente en Twitter desde 2007: @jlori) es doctor en Ciencias de la Información y profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Con esta perspectiva, ha llegado a la conclusión de que Twitter es lo que cada usuario (activo o pasivo) decide que sea.
“Twitter es un medio y una experiencia diferente para cada uno de sus usuarios, y la calidad de esa experiencia se modifica cada vez que uno de ellos toma decisiones acerca de la composición de su propia comunidad”.
Las reglas básicas de Twitter son sencillas, porque su filosofía lo es: compartir mensajes y contenidos en no más de 140 caracteres. Para eso, los usuarios se sirven de enlaces y “acortadores” de palabras. A partir de aquí, tanto la idea como los recursos, admiten aplicaciones más sofisticadas. Orihuela explica –primero, a los recién llegados; luego, a usuarios específicos (empresas, políticos, instituciones…)– cómo sacar partido a Twitter.
Una vez conocida la herramienta, cada cual decide. En este sentido, me parece interesante un artículo que escribió Bill Keller, director ejecutivo del New York Times. Más que las consecuencias que puede tener Twitter en las facultades cognitivas, a Keller le preocupa sobre todo el efecto que puede producir en el alma. Los matices, la paciencia, la sabiduría o la intimidad son algunas cosas importantes que, a su juicio, podemos estar perdiendo.
El libro de Orihuela se cierra con una divertida antología de tuits. Además del buen rato que hace pasar al lector, esta sección aporta una pista a los usuarios de esta red. Parece que en Twitter lo que triunfa es la cordialidad y el ingenio antes que la gresca. Pero también indica que el pensamiento emotivo podría estar ganando terreno a otro más reposado.