EUNSA. Pamplona (2002). 168 págs. 9,75 €.
José Miguel Serrano, profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, actualiza las Cuestiones de bioética, que escribió hace 11 años. Una década en la que las técnicas sobre el control de la vida humana han hecho aparecer nuevos problemas y en la que se han empezado a ver las consecuencias de algunas novedades de los ochenta, como el aborto, la FIVET, la ingeniería genética…
Por eso el libro tiene algo de balance, y esto me parece lo más relevante, más allá de las enseñanzas sobre temas de actualidad (la clonación y la investigación con células embrionarias, la relevancia jurídica de la identidad sexual, la eugenesia…). Resulta muy aleccionadora su reflexión inicial sobre la naturaleza de la bioética y el valor de los distintos tipos de argumentación.
El autor renuncia al argumento apocalíptico, que malinterpreta las advertencias del magisterio de la Iglesia sobre el peligro de una democracia totalitaria -los errores bioéticos no han quebrado la estabilidad de los sistemas políticos liberales, que están pensados para sobrevivir a una «sociedad de demonios»-; y da a su argumentación un carácter más pragmático, abierto, paciente y comprensivo. Más exigente con las propias razones, y más confiado en su capacidad de atracción, a la luz de las consecuencias de los errores, y de la coherencia de los que defienden la protección de la vida humana en todos los estadios de su desarrollo. Serrano escribe con un tono crítico -herencia de MacIntyre, junto con algunos modos expositivos- que desvela las concretas tramas de intereses económicos, políticos y científicos, que se ocultan detrás de algunas innovaciones como la clonación o la manipulación de embriones.
Como en obras anteriores, el autor dosifica con eficacia las referencias técnicas junto a las culturales, históricas y literarias. Los ejemplos ilustran bien las ideas y favorecen el tono divulgativo. Aunque a veces exige algunos conocimientos previos sobre el estado del debate bioético, cualquier persona medianamente culta tiene recursos suficientes para seguir las ideas principales del libro, ponerse al día en asuntos como la clonación o la identidad sexual, y manejar argumentos sólidos sobre la protección de la dignidad de la persona humana frente a la instrumentalización.
Ricardo Calleja Rovira