Edhasa. Barcelona (2003). 573 págs. 25 €.
En sus novelas históricas, José Luis Corral (1957), profesor de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza, es garantía de fidelidad a los acontecimientos, pues acostumbra a documentarse abundantemente, como ya demostró en sus anteriores novelas (El amuleto de bronce, El Cid -ver servicio 128/00- y Trafalgar). Tal es el caso de Numancia, en la que narra los sucesivos asedios que sufre la ciudad celtíbera hasta su conquista y destrucción en el año 133 a.C. por el general romano Publio Cornelio Escipión. El protagonista es el joven celtíbero Aracos, que tras servir como mercenario en las legiones romanas durante un largo periodo de tiempo, regresa a su tierra. Durante sus años romanos tuvo como inseparable amigo a un joven militar de noble cuna, Marco Cornelio Tulio; en la despedida sellaron un pacto de eterna amistad. Después del levantamiento del caudillo luso Viriato contra Roma, Aracos se ve obligado a tomar las armas otra vez, pero ahora en el bando contrario.
Hasta aquí, pudiera parecer que la novela es una simple recreación de los acontecimientos históricos que tienen lugar en la Hispania del siglo II a.C. Sin embargo, la obra es una apelación al honor y a la libertad, a la amistad entre gentes de distintas culturas; todo ello mostrado por medio de unos personajes que encarnan esos valores. Numancia es una buena novela histórica, escrita con autoridad, que describe las vidas de unos personajes, reales o ficticios, tratados con maestría.
Gervasio Fernández