BAC. Madrid (2002). 608 págs. 43,12 €. Traducción: Mario Parajón.
Gabriel Marcel, junto con Kierkegaard, se ha quedado con el título de «existencialista cristiano», por más que no le gustara. Con eso se quiere expresar su preocupación por las grandes cuestiones de la existencia humana. Marcel siempre fue refractario a la especulación abstracta y desconfiado ante los sistemas de pensamiento y alcanzó una profunda conciencia de lo que significaba el misterio de la existencia. Pensaba que no era posible reducirlo a palabras. Su sincera búsqueda le llevó a la conversión cristiana. Intentó expresar su sentido del misterio con sus ensayos, sus diarios y también su teatro. Sigue teniendo actualidad en los temas de la antropología cristiana, como ha demostrado la excelente tesis de Julia Urabayen, El pensamiento antropológico de Gabriel Marcel (EUNSA, Pamplona 2001).
Estas Obras selectas tendrán dos volúmenes. El primero recoge El misterio del ser (1951), que reúne sus lecciones en la Universidad de Aberdeen (Gifford Lectures). Es, junto con sus diarios, la obra de pensamiento más emblemática de Gabriel Marcel. La traducción de Mario Parajón se ha beneficiado de la edición de Jeanne Parain-Vial, dentro de la colección que promueve la asociación Presence de Gabriel Marcel (accesible en Internet). Jeanne fue una gran discípula del maestro y ha anotado cuidadosamente este escrito. Mario Parajón completa las notas, le añade varios documentos (cartas y ensayos breves) y le antepone una breve Introducción biográfica. En este primer volumen, se han recogido también tres piezas teatrales: El dardo, La sed y La señal de la cruz. Obras breves y un tanto minoritarias para el gusto actual, pero que reflejan lo que Marcel llevaba dentro. Se prometen otras tres para el siguiente volumen.
Juan Luis Lorda
