Lumen. Barcelona (1994). 248 págs. 2.400 ptas.
Dar a conocer ahora en castellano esta novela -publicada en alemán en 1985-, hace que pierda su interés literario. Incluso en 1985 dejaba ya de ser novedosa esa manera de redactar continuada, sin apenas respiro para los cambios de espacio y tiempo, para las diversas posturas de los personajes. Tampoco el tono resultaba entonces nuevo: una subjetividad un poco neutra, monocorde tanto para lo alegre como para el desastre, tan irónica en la crítica como en la ternura. Queda, por así decir, la historia, que también suena a ya leída: las peripecias humanas de un profesor alemán en una universidad de California: amigos, infidelidades matrimoniales, borracheras, desencanto, intereses…: un mundo de personas condenadas -tal vez por el escritor- a la desgana y a la melancolía, a una mediocre desesperanza que el alcohol y otras ayudas hacen quizá soportable.
Walser tiene una larga trayectoria como escritor notable desde hace 40 años en Alemania. Cierta crítica clasificadora le introduce en el Grupo 47, del que la poetisa Ingeborg Bachmann le supera con sola su novela Malina. La literatura de Walser está muy unida a la crítica política, siempre alabada por su precisa visión sociológica, no tanto lingüística y, menos, poética; de ahí quizá el que Oleaje tome prestados -y con cierto retraso- recursos expresivos ajenos, y que también, fuera del ámbito de la República Federal Alemana, su realismo social, en el que Walser fue experto, se diluya, resulte mimético de lo más nuevo, que además es ya viejo…
Pedro Antonio Urbina